
El día que fueron al Registro del menor a por Margaret fue una ilusión tanto para Giselle como para Leonard. Incluso puedo recordar el momento en el que la niña que tendría unos tres meses escasos por aquel entonces estaba en manos de la madre adoptiva, a la que se le irradiaba la cara observando aquel hermoso y perfecto rostro de la pequeña y futura heredera de la fortuna von Hausen. Toda esa perfección personificada se sumergió en una adopción poco común en la que los padres están continuamente encima de la niña, que no fue el caso de la joven de la cual sólo conocían poco más de sus aventuras escolares junto con Inga, la intitutriz, y sus excelentes, aunque olvidadas, calificaciones. No obstante la minoría de edad de la niña no significaba que ésta no se diera cuenta de la ignorancia que sus padres presentaban por ella pese a que alguna que otra vez se la llevaban al parque, zoo, a comer un helado ... pero no más de dos horas. Esto causo estragos y alguna que otra secuela a las malas jugadas de Marge. Incluso alguna que otra vez tuvo que ser internada con una serie de especialistas para calmar el dolor que sentía en sus adentros, y todo por culpa de aquella dejadez de los padres que tanto deseaban una hija pero que pronto se olvidarían de ella.
0 Sonrisa(s) que delatan: