jueves, 21 de octubre de 2010

Fácil lo detectable, dificil lo inolvidable.

La vida, la vida, la vida … ¿Qué es la vida?, ¿cómo se definiría vida?, ¿cómo lo contrario a la muerte?, ¿y que es la muerte?.

La muerte es por la que dejamos de existir, la muerte es por lo que cogemos depresiones hacia ella, la muerte no es más que un miedo existencial que atormenta nuestros pensamientos y nuestro subconsciente. La muerte no es más que momento en el cual nuestra vida se esfuma. Pero como ya dije ¿qué es la vida?.

La vida es pensar mucho y hacer poco. El elixir de la vida es la existencia, es la fe al prójimo, es la fe a algo que no existe, es la fe o la creencia de alguien que no aparece, que no te ayuda, que te quita lo que más quieres, que te pone obstáculos en esta vida … ¿Por qué no creemos en nosotros mismos?. Porque si creyéramos en nosotros, de forma egoísta, saltaríamos los baches, nos comeríamos el mundo, haríamos de las palabras los hechos.

Pero aunque creyéramos en nosotros mismos no podríamos caer, no tendríamos que levantarnos, no tendríamos vergüenza a lo que no se debe y seríamos espabilados para lo que nos conviene.
La vida. La vida no es más que una estrella fugaz, que un pájaro volando, la vida es “un visto y no visto” … La vida comienza, y sigue con nuestras generaciones, y finaliza.

lunes, 11 de octubre de 2010

Sigo abonando mi vida en cuentas bancarias.

Se dice que nadie tiene un precio, pero esa frase sólo acaba cuando enseñan un fajo de billetes y que los puedes palpar y observar con deseo y babas en la boca.

Nadie se vende, sin acarrear consecuencias y sin obtener nada a cambio.

Somos capaces de vender nuestra propia alma para conseguir nuestro objetivo, sueño o felicidad. Pero no sabemos que esa alma es la que va a disfrutar de nuestros placeres más ocultos.

En conclusión, la vida es un fondo de armario que nunca llegaremos a encontrar en nuestro corazón.

domingo, 10 de octubre de 2010

Una vez más se cumple el "nunca sabes lo que quieres hasta que lo pierdes".

, así es. Hace casi 18 años que nací y comencé a vivir, pero hace poco más de 8 que dejé de vivir.Como dijo Platón "el cuerpo está formado de dos elementos: alma y cuerpo, pero el principal de ellos es el alma, ya que le da vida y movimiento al cuerpo".

He llegado a la conclusión, de que mi alma va muriendo por momentos. De que mi cuerpo se va debilitando y de que mis ganas de vivir y de existir van disminuyendo. Quisiera ser fuerte, quisiera poder ver la vida de un mundo diferente al de Pío Baroja o al de Miguel de Unamuno.Pero no, no es así.

Parece que nací ayer y que en un día mis desgracias han ido aumentando. Con mis casi 18 amargos años, dedico el tiempo a recapacitar, y desde que tuve uso de razón no paro de darle vueltas a mi cabeza buscando una solución a mis llantos o más bien una respuesta a ellos.

Pronto, llegará el momento en el que mi corazón no aguante más presión y ese será el momento en el que perezca.

Me duelen los ojos, me escuecen, mis mejillas son la vertiente que desemboca en la comisura de mis labios. Y ahora llega la ansiada pregunta, ¿por qué?. Porque no puedo llegar a la conclusión de mis pequeños pasos en el mundo y porque la finalidad de mis palabras se van esfumando, llegando a ser nada.

Mi felicidad. Esa es la palabra y cosa abstracta que quiere conseguir todo el mundo, lo que por y para ello vive aquí, por la que encierra su mente en cuatro paredes y por la que su imaginación echa al vuelo sin dejar rastro. La mía alzó el vuelo, hace casi 8 años, y ahora me pregunto sí mi nacimiento ha sido algo positivo o si sólo he sido un problema en esta encrucijada. Y si he llegado a ser algo provechoso en esta vida.

El desenlace de mis pensamientos llegan al punto que yo quería, al conocimiento preciso. ¿Seré una buena hija, novia, prima, hermana, amiga ...? No lo sé, tampoco es que mis intenciones se desvíen sólo a esa idea. De lo que sí estoy segura es de que aunque no me haya podido ayudar a mi misma, sí que he podido ayudar a los demás, por lo que me enorgullezco de mi misma.

martes, 5 de octubre de 2010

"La llamada"

No había nadie en el bar salvo ellos dos, una pareja de adolescentes sentados frente a frente, bebiendo inocentes refrescos de naranja. En la mesa entre los vasos habían dejado abiertos los teléfonos móviles, que sonaban a veces y entonces él o ella se ponía a charlar alegremente con un ser ajeno e invisible mientras el otro se quedaba hierático. El chico estaba muy enamorado de la chica, pero era incapaz de manifestarle su pasión. Sólo se atrevía a mirarla con intensidad a los ojos y ella ya había captado las turbulencias del corazón de su amigo y también le amaba, pero no podía ayudarle en nada, debido a su extremada timidez. Hablaban de cosas anodinas, sin comprometerse en absoluto. Las palabras iban del uno al otro directamente a través de la vibración del aire sobre el mármol de la mesa. El chico necesitaba declararle su amor y la chica esperaba que lo hiciera ya de una vez, un sueño imposible, porque entre ellos había una barrera psicológica insalvable. Cualquier gesto o inflexión de voz, al estar sus rostros tan cerca, podía delatar un sentimiento íntimo y eso les llenaba de terror. Había media luz en el bar, el hilo musical vertía una melodía propicia y los labios de los enamorados permanecían a una mínima distancia infranqueable. El corazón de los adolescentes tiene hoy un compartimento más. Se compone de dos ventrículos, de dos aurículas y de un teléfono móvil, que también bombea sangre. De pronto, este joven tímido y enamorado tuvo una inspiración. Usó el móvil para hablar con la chica que tenía delante sin dejar de mirarla profundamente a los ojos. Cuando sonó la llamada la chica descolgó. La pareja comenzó a hablarse de forma descarnada como si fueran invisibles. Ninguno de los dos ignoraba que a través de los móviles su voz se convertía en ondas electromagnéticas, viajaba al espacio sideral y luego volvía para penetrar en el cerebro del otro. Brutalmente desinhibido el chico le dijo la amaba. La chica le contestó que todas las noches soñaba con él, pero sus expresiones de amor sin amarras tenían dos vehículos: una voz recorría el aire sobre la mesa del bar por medio de la vibración natural y sonaba terriblemente vulgar; la otra bajaba desde un satélite de la estratosfera cargada de libertad e imaginación. "Te amo, te amo"-le decía el chico. "Oigo dos voces a la vez, ¿a cuál de ellas debo creer?"- preguntó ella. El chico le dijo que creyera en el amor que a través de las ondas magnéticas le llegaba por la sangre hasta el corazón.

Publicado el 8 de diciembre de 2002, en el periódico de tirada nacional El País.

Comentario crítico personal:

Manuel Vicent quiere reflejar la utilidad de las nuevas tecnologías como un abuso de la sociedad, pero sobretodo de la juvenil. Esto no quiere decir que sean los únicos que la utilizan, de hecho hay trabajadores que necesitan tener conocimientos tecnológicos para poder trabajar en su especialidad, sino que son los que han tenido la posibilidad y la facilidad de manejarla en una temprana edad. Cabe destacar de todo esto, que las nuevas tecnologías tienen tanto sus connotaciones positivas como negativas, como por ejemplo Internet. Internet es una red de servicios interconectados entre sí que facilita la búsqueda de información y ofrece la posibilidad de estar bien documentado, con lo cual este sería un punto positivo para ella, pero también cabe decir que como todo tiene su negatividad y para ello que mejor ejemplo que el abuso hacia la inocencia de la juventud y como también aquellos documentos de alto contenido adulto un tanto arrogantes.

Actualmente vivimos en una sociedad en la que el chantaje emocional hacia la juventud está creando obsesión en las generaciones anteriores a la adolescencia por las nuevas tecnologías y eso a la vez está creando que cada vez crezca el ansia por obtener lo innovador. Cada vez es más usual encontrar jóvenes que no alcancen más de 15 años con teléfonos móviles en sus manos y con lo último en tecnología, haciendo así que los que no pueden poseer tales tecnologías sientan discriminación por parte de su entorno.

Por otra parte se encuentra el teléfono móvil, el elemento más sentimental de la tecnología por parte de las personas , que aunque no lo creamos tiene sus aspectos positivos, podemos estar en la otra punta del mundo que siempre tendremos con él la posibilidad de hablar con nuestros seres más queridos que se encuentran por y para nuestra desgracia lejos de nosotros.

En conclusión, como podemos observar la tecnología no es tan dañina para nosotros, pero si que puede llegar a ser un tanto peligrosa si no la utilizamos como es debido y abusamos de ella.