lunes, 20 de septiembre de 2010

¿Es la anorexia una razón por la que hay que sentirse orgulloso/a?

Debido al comienzo de un nuevo curso, he pensado que este lugar podría ser un lugar para mentalizar a las personas sobre artículos de actualidad. Es mucho menos aburrido que un periódico, y sólo se sabrá el punto de vista, en este caso mío.

Ya que puedo leer y releer artículos propuestos en Selectividad sobre el tema de la anorexia, cabe decir que es penosa la matanza que están provocando con algunas modelos. He podido buscar información y la gran mayoría de muertes de modelos son por anorexia. Este hecho ha dado y seguirá dando polémica hasta que las pasarelas, o mejor dicho diseñadores, se den cuenta de que la moda puede ser igual de bonita y excitante en una 38 como en una 40. El serio problema, no es realmente de los diseñadores, pero si en ese caso lo fuera ¿no deberían de sentirse culpables por la muerte de algunas modelos?. Bajo mi punto de vista, sí. Porque la moda que ellos han creado y que seguirán creando es un vacío interno con la modelo. Pero, ¿alguien les obliga a no comer?. No, lo deciden ellas mismas y si ahora mismo se sublevasen, ganarían en peso, felicidad y bienestar. No quiero decir con todo esto, que para que sean felices necesitan engordar unos 20 kilogramos más, pero sí se debe tener un equilibrio entre peso y altura. Y si a todo esto le unimos que la publicidad no ayuda mucho a los cánones de la moda, esto se convierte en un caos. Es vergonzoso ver como chicas que les queda una vida por delante dejan acortar sus vidas a los veinte años o incluso menos. Aunque este debate sólo alude a modelos y diseñadores, habría que saber que cantidad de chicas dejan de comer porque no se sienten a gusto con su cuerpo y necesitan mirar al espejo y ver una chica guapa. Pero pienso que dentro de tanto maquillaje, vestimenta ... Hay una mujer con los pies en la Tierra a la que le importa un bledo lo que piensa la gente, porque sólo se queda en eso en pensamientos.

Y he escrito esto, porque simplemente me apetecía, pero también porque me siento "a veces" acomplejada por mi cuerpo, pero ahora me doy cuenta de que el problema no es mi cuerpo, sino mi mente.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Ante todo radicalización y firmeza en nuestra posición.

Antiguamente las personas eran quemadas en la hoguera por protestar o más bien por dar rienda suelta a las que eran sus creencias religiosas. Ahora con el paso del tiempo se ha ido disipando pero eso no significa que esté totalmente eliminada por completo. La ocurrencia del siglo XXI es discriminar y despreciar a todo aquel que no tenga los mismo ideales que otras personas, no es quemado a la hoguera, pero si se le deja un margen de soledad.

¿Estamos atados tanto a la sociedad que no podemos manifestar nuestras ideas? Sí, quizás ese sea el problema que exista, entre otros, en este Estado.

El extremo de la soledad es tan grande que por miedo a él retorcemos nuestra opinión en lo más profundo de nuestro ser por miedo a la discriminación y al desprecio que te puedan ocasionar cierto tipo de personas. ¿Realmente puede llamarse a una persona hereje por no tener el mismo ideal? Aunque esa connotación sólo exista para las personas que no poseen las mismas creencias religiosas del Cristianismo. Yo pienso que no, que hereje sigue significando lo mismo, pero sí que se le puede llamar fascista o nazi, una denominación un tanto peculiar para los tiempos que estamos viviendo, pero aún así sigue vigente.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

¿Quién dijo confianza?

¿Alguien podría decir la razón por la cual despreciamos a los seres que critican a nuestras espaldas?.

¿Alguien podría explicar la razón por la cual nunca tenemos tiempo para nosotros?.

¿Alguien podría manifestar la razón del por qué hablar de seres despreciables?.

Creo tener todas las respuestas a las preguntas.

La respuesta de la primera pregunta es porque ellos también nos demuestran el desprecio que sienten por nosotros cuando hablar a nuestras espaldas. Porque cada palabra que escupen de su boca es un puñal. Un puñal que si dijeran en nuestras propias caras nos mataría en milésimas de segundo. Tal vez sí, tal vez no. Nunca se sabe. Pero esas personas son las peores. Son la doble moneda del mundo. La que te ponen una cara cuando realmente es una cruz.

A la segunda pregunta me gustaría tener bastantes razones por las cuales pasamos más tiempo pensando en los demás que en nosotros mismos. Siempre estamos disponibles para los demás, siempre dejamos nuestro brazo a manos de ellos, por eso cuando a la hora de la verdad se necesita a las personas hacen como que no has echo nada por ellos y se lavan las manos, como se diría en estos casos "tienen más cara que espalda". De hecho no son culpables de que nuestra inocencia toque el cielo. Y en estos casos la frase sería "te espabilas o te espabilan".

Pero creo que la respuesta más obvia es la última, es la pregunta por la que hay miles y millones de respuestas. Para empezar hablamos de esa persona, porque ha tenido un estatus en nuestra vida que cualquier otra persona podría alcanzarlo a no ser que exista otra persona con el mismo nivel que ella. También pienso que hablamos de ella, ya que damos por hecho que ella lo hace con nosotros en su caso.

¿Cuáles son mis intenciones con tales preguntas? Pues os diré el kit de la cuestión. Y de porqué me hago tantas preguntas, y el porqué de tener tantas respuestas.

¿Por qué tenemos Diarios o por qué escribimos, o escribíamos en uno, cuando "supuestamente" tenemos mejores amigos?.

También tengo la respuesta. Porque a esa persona a la que llamamos "mejor amigo" y a la que alabamos tanto, cuando no hay otra persona en la que confiar, no tiene la respuesta a nuestros problemas ya sean familiares o no. Pero sin embargo, hay algunos que contamos y otros que no. Por eso tenemos un "amigo mudo". Sí, nuestro Diario, ese es nuestro amigo mudo. Mejor dicho nuestro fiel amigo mudo. Aquel que no sale con nuestros amigos y que se queda todo el día encerrado en casa, el cual no tiene respuesta a nuestros problemas. De hecho nadie tiene solución a nuestros problemas, sólo uno mismo. Tampoco podremos quejarnos de críticas o quejas por parte de nuestro amigo el mudo, ya que no existirá ningún tipo de crítica constructiva cuando hagamos algo malo, pero tampoco habrá ningún halago cuando hagamos algo que esté bien. ¿Es justo no?. Por eso y por todo más, pon un amigo mudo en tu vida.

La conclusión de lo incalculable.

¿No habéis sentido alguna vez la necesidad de callar las bocas de los que se empeñan en dar consejos?. Yo también, doy por hecho que ustedes sí.

Porque yo la siento cada día, a cada segundo y a cada minuto que mueve y remueve mi vida. He sentido la necesidad de tirarlo todo por la borda, gracias a esas personas que se empeñaron en su momento a maldecir cada movimiento que realizaba. Pero no, ya no. Somos más fuerte que todas las palabras negativas de las personas que son o no allegadas a nosotros. ¿Las palabras que más duelen? Las de nuestros seres queridos. Pero hay momentos en los que basamos nuestra vida en el que dirán. Momentos en los que cualquier comentario ofensivo te llega como un puñal, y tal vez esa persona no te conoce ni de vista.

Pero nos sentimos así por el simple hecho de que tenemos un mal día, un mal momento o una mala vida.

Como ya he dicho y seguiré diciendo, nuestra vida está basada en comentarios excesivamente ofensivos y en el que dirán. Pensamos que lo correcto es, cuando una persona nos ofende, seguirle el juego, ponernos a su nivel e incluso llegar a ser como son ellos. Unas personas lo hacen con maldad y otras personas lo hacen por impulsos. Sí, los mismos impulsos que te arrebatan cualquier afirmación u opinión sobre algo. Y todo es porque no podemos estar por debajo de las personas, siempre debemos ir pisando fuerte.

Eso, exactamente eso es lo que nos pasa. Que siempre tenemos que estar por encima de las personas, que nuestra última palabra es la que cuenta y que nos debemos poner agresivas para que nuestra palabra tenga una mínima importancia.

Ha habido momentos, y los seguirá habiendo en el que nuestro ser interior se revele y salgo al exterior, porque no siempre tenemos la suerte de que nuestra educación florezca, pero tal vez con un poco de tacto consigamos seguir teniendo el respeto que nos debemos ganar sin ponernos agresivos y sin subir de tono la voz.

Por eso debemos saber que hay momentos en los que debemos hablar, pero también debemos aprender los momentos en los que es mejor callarse, porque como dice la policía cuando te arresta "cualquier palabra será utilizada en tú contra".

viernes, 10 de septiembre de 2010

Soñamos ser amados, soñamos ser queridos, soñamos, soñamos, soñamos ... Que de tanto soñar nos caímos.

Hoy, día 9 de septiembre de 2010. Por fin me marcho de aquella infernosa casa, quizá luego
me arrepienta de decir eso pero ahora mismo no. Estoy total y felizmente contenta. No es culpa mía. Es solamente culpa de una persona, de esa persona que hace algo más de siete años, incluso me atrevería a decir que ocho años. Aquella persona que cuando tenía diez años arruinó mi vida, e incluso mi infancia y creo que por eso y por algo más no se merece ni si quiera mis críticas. Por que el criticar a una persona supone perder demasiado tiempo en ella, y sería mucho más fácil pasar del tema. Yo creo que el criticar es sacar demasiado hacia fuera lo que piensas de una persona, que lo único que le estás dando es una importancia que no tiene.

Le estás dando el protagonismo que no se merece, y tu actitud al criticarle baja por momentos, porque estás poniéndote a su altura. Esa persona te hace la vida imposible, y por supuesto no le vas a tocar las palmas, pero sí se debería pasar de ella, porque como ya digo es puro protagonismo lo que se le dá. Entonces es mejor pasar del tema, y seguir con tu vida porque con o sin personas tu vida va a seguir siendo un amargamiento el hablar con esa persona o mejor dicho hablar de esa persona te hace sufrir y te hace perder los estribos, la paz y la tranquilidad.

Por otra parte tengo que agradecer a mi media naranja, a esa persona que sólo se separa de mi porque no vivimos juntos, por desgracia. A esa persona, a la que yo le daría el cielo si fuera necesario, agradecer una vida entera por haber apostado por mí, por haber depositado la confianza que me merezco, por poner su corazón en mi mano y por darme la llave de sus pensamientos.

Pienso que las personas deberíamos de salirnos de lo normal, es decir dejar de decir siempre la misma frase "no tengo palabras para describir lo que siento por tí" o "te quiero tanto que daría mi vida por tí", como tantas otras frases míticas. Tenemos que dejar de ser tan monótonos, de dejar de hablar tanto y de demostrar más, de dejarnos la piel en el prójimo, de demostrar día sí y día también todo lo que queremos a esa persona. La dificultad está cuando esa persona te deja, te abandona, te sustituye ... Hay tantos calificativos para definir la palabra abandono que no sabría por cual empezar. Ahí, en ese preciso momento es cuando se viene el mundo encima, cuando no sabes responder, cuando piensas que tu vida ha sido un engaño, cuando todo lo que has echo ha quedado a la deriva, cuando necesitas apoyo es cuando realmente te dejan de lado.

Ha habido en nuestra vida personas a las que has tenido mucho que agradecerle, porque siempre han estado para tí, pero cuando realmente esas personas te necesitan nos lavabamos las manos mientras ayudamos a personas que no han movido un sólo meñique por nosotros. ¿Un tanto injusto no?, pero cuando hay personas que saben engatusar a las demás, cuando hay personas que nos manejan como quieren, nosotros no nos damos cuenta o si lo hacemos es tarde, aunque dicen que nunca es tarde cuando la dicha es buena o que nunca es tarde para darse cuenta de las cosas. Es totalmente mentira, porque hayas perdido un día, dos, tres semanas, diez meses o incluso años, ¿quién te devuelve ese tiempo lleno de mentiras y de manejos? ¡Nadie!. ¿Quién es esa persona que te ayuda cuando estás totalmente sólo y cuando no tienes a nadie en quien desahogar tus penas?. En ese momento nadie, nadie tiene la suficiente capacidad para ponerse en tu lugar, nadie tiene la capacidad de olvidar ni de perdonar lo suficiente. Por mucho tiempo que hayas pasado con esa persona, por muy bien que le expliques tu situación, por muy semejante que sea su estado o situación del tuyo, por ... Por nada, una persona que no ha pasado en vivo y en directo por esa situación lo mucho que puede hacer es sentir lástima o pena de ti. No más.

Nos creemos sabedores de todo, nos pensamos y nos engalardonamos por ayudar, y lo único que hemos hecho es escuchar. Escuchar a una persona que necesitaba un oido fino y un hombro pañuelo.
Con el máximo dolor de mi corazón tengo que decir que no, que no sabremos como nos moriremos, que aunque pensamos que nos conocemos, realmente no sabemos ni la cuarta parte de nosotros. Nos moriremos sin saber cual es nuestra personalidad, cuales son nuestros objetivos y también sin conseguir lo que nos propusimos conseguir.

¿Somos lo que somos o somos lo que realmente queremos ser sin ser lo que hemos querido y sin ser lo que hemos soñado?.

Se acabó el tú en tu casa y Dios en la de todos.

Nadie. Nadie deja que sea yo la equivocada, la que aprenda de mis errores, la que crea lo oportuno, la que decida lo que es importante en mi vida, porque es mía. No tengo más opciones, no me dejan otra opción, me pongo de malhumor, cada vez que alguien se mete en mi vida, ¿creo que es lo lógico no?. Procuro no meterme en la vida que no me concierne, procuro no dar consejos que no sirvan para nada, y tampoco los doy a menos que me lo pidan.

Creo que he sido consecuente cuando he elegido algo, pero también he apechugado cuando me ha tocado enfrentarme a lo que yo he elegido, ¿le he pedido ayuda a alguien?. Creo, es más lo afirmo, que no. Que como a mí no me importa la vida de los demás, creo que mi vida por muy familia de quien sea, no debería de importarle tanto mi vida, o como mucho no sobrevalorar demasiado mi vida, y valorar más la de ellos, porque es en la de ellos en la que se tienen que fijar. Porque yo no estaré ahí para ayudarles lo suficiente.

De hecho, cuando una persona sale ilesa de sus estudios, la felicitan una vez, pero cuando no es así ¿cuántas veces le reprochan que ha metido la pata, que ha pasado de todo? Muchas y muchas veces. ¿Por qué no es al contrario?, ¿por qué cuando te quedan asignaturas pendientes en la vida no es cuando más apoyo recibes?.

martes, 7 de septiembre de 2010

A veces es mejor fingir que ser vencido.

Una se cree la persona más desdichada del mundo ... Tal vez sea o no así, piensa que todo su alrededor gira entorno a ella, que las personas se mueren por sus huesos ... Pero tal vez no sea así.

Tal vez la sonrisa que ponemos en nuestra cara sea falsa y no tenga ningún sentido para nosotros, porque sabemos que realmente no es así como nos encontramos. Pero si hacemos felices a otras personas sacamos mil y una sonrisas, podemos reírnos sin querer hacerlo, podemos sonreír sin poder, pero es así, hay personas que dejan muchas sonrisas y alegrías cuando se van. Y el hecho de que hayan estado ahí, para lo bueno y para lo malo es lo que realmente importa, no importa si es de clase baja, media o alta. Pero hay que irse preparando para lo que venga, para la desaparición de alguien por la que tus ojos no sabrán lo que es la Tierra, porque conocerán más el mar.

Y mientras más luchamos contra la tristeza de pensar eso, más fuerte se hace, porque siempre gana, porque no sirve el "estará bien en donde se encuentre", no, nosotros queremos que esté aquí, nosotros queremos abrazarla todos y cada uno de los segundos de nuestra vida. No nos vale con "te estará viendo", queremos verle también, queremos poder tocarle, darle un beso en la mejilla y decirle lo mucho que le echas de menos, lo mucho que le quieres, lo tanto que te acuerdas de ella.

Seamos realistas, por mucho que queramos que lo pase bien esté donde esté, le echamos de menos, le necesitamos a nuestro lado, necesitamos ser escuchados, porque quiza no exista otra persona que te escuche al igual que ella, otra persona que sepa cual es tu estado de ánimo con sólo decir una palabra, una persona que sabe que tus lágrimas harían charcos en la tierra si alguien le falta.

Es aterrador la palabra desaparición, pero más aterrador es la palabra muerte, es como un escalofrío, es como una ansiedad, como si tuvieran tu corazón en la mano y lo estuvieran apretando para que dejases de respirar, para que el sufrimiento dejase de existir, para que los problemas se fueran a otro mundo, para que tu alma busque a otro ser, para que busque la vida.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Lo innovado siempre es diferente.

Le damos demasiada importancia a lo que llamamos problemas, creo que los problemas son retos que te va ofreciendo la vida o más bien imponiendo, y que debes de buscarles solución. Creemos que sabemos demasiado por las veces que nos hemos caído, pero no es así. Más bien aprendemos de las veces que nos hemos levantado, de las veces que hemos luchado por lo que es nuestro y por las veces que nos hemos dado cuenta de que un fallo puede cambiarlo todo en segundos.

Hay momentos en los que sobreactuamos, momentos en los que nos gustaría ser algo que no somos o queremos tener algo que no tenemos, y que por encima de cualquier cosa queremos como a cualquier extremidad de nuestro cuerpo. La dificultad es retener la cosa que anteriormente queríamos como a nuestro alma y la cosa que poseemos actualmente, esa es la dificultad que nos pone la vida. La barrera que nos pone la vida entre lo que queremos, lo que poseemos y lo que queremos retener en nuestra vida. Es difícil, muy, muy difícil, el poder retener algo cuando ese algo dice no, pero más duro es conseguirlo para después perderlo, por eso movemos tierra y mares, para que no se escape de nuestras manos. Algunas personas llegan a pensar que son luchadores natos, pero no es así, porque eso que a ellos llamaban retención de lo que quieren se ha convertido en una lucha cara a cara, porque evidentemente cuando tenemos algo viene otra persona y nos lo arrebata de las manos o por lo menos lo intenta. Ese es el momento en el que la retención se convierte en lucha, ya no importa si quieres o no esa cosa, ya sólo importa que otra persona no te arrebate lo que te ha costado conseguir.

Paulatinamente, vamos viendo como lo que más queríamos va perdiendo el valor que nosotros le dábamos cuando no lo teníamos, y al poco tiempo de tenerlo ya dejamos de quererlo. También ocurre con las personas, pero de una forma más sencilla. Cuando queremos una pareja o lo que llamamos nuestra media naranja, aunque a veces esa media naranja esté pasada, intentamos obtenerla por todos los medios, aunque algunas personas no lo vean así siempre necesitamos el cariño y la ayuda de una persona y aunque se tenga familia el cariño familiar es distinto al cariño amoroso. Nuestro propósito es encontrar pareja, y no decir que estamos solos y necesitados de amor, cuando conseguimos ese propósito, todo lo que hacemos lo sobrevaloramos desde dar un beso hasta hacer el amor con esa persona, pero nadie es culpable, sólo tú, por no valorar las cosas sobre la justa medida, sobre lo que se merece ese gesto y sobre lo que se merece esa persona por parte tuya. Pero cuando estamos necesitados de amor, cariño y respeto, todo lo que nosotros éramos, en algunos casos, se hace cenizas. Toda la vida está idealizada, ser feliz, tener pareja, tener muchos hijos, vivir en una casa, hipotecar toda tu vida ... Y en el momento en el que dices de no tener hijos o de no querer pareja ... Todo parece raro, lo llamamos raro porque es distinto a lo que hemos ido viviendo de generación en generación. Ahora, todo es distinto, ahora ya no basamos una relación en el afecto y en el cariño, ni si quiera a lo que antes llamaban relación se puede llamar ahora así, ahora se define como un "aquí te pillo aquí te mato", ese es el tipo de cosas a la que llamamos raras, raras porque es diferente, raro porque antes los padres de tus padres llevaban la vida de ellos y los casaban con quien querían, raro porque la primera persona que aparece en tu vida no es tu marido/esposa. Por eso es raro, ¿acaso un anillo que simboliza el matrimonio o un papel es mayor que el amor que pueden sentir dos personas y por el hecho de no estar casados no pueden permanecer toda la vida juntos?, me atrevería a decir que es un tanto injusto, porque ahora no exista el respeto que hay antes, ni la educación de antaño, no quiere decir que no exista el mismo amor que antes, la diferencia entre lo antiguo y lo innovado es la libertad, ahora existe más que antes y por ello nos vemos merecidos a disfrutarla, pero no todos lo hacen bajo el respeto.