jueves, 29 de julio de 2010

Lo inexplicable tiene explicación.

Sí, yo también era la típica niña que se ponía a contar pájaros, nubes, árboles ... Cuando me encontraba sentada en el coche mirando por la ventanilla, sin saber realmente que mi vida estaba a un segundo, un minuto o una hora de ser arruinada. Pero claro que hace una niña de tal edad pensando esas cosas tan desagradables ... Evidentemente nada, no tenemos la respuesta por la que vivimos y mucho menos por la que nos morimos, pero efectivamente sabemos que eso va a pasar, ¿cuándo? no se sabe, pero pasará tarde o temprano, y también lloraremos por el cuerpo sin vida de algún ser querido o un simple conocido.

Es duro saber que una persona, con la cual contactas, quieres o amas va a desaparecer de un minuto para otro, y tú te quedarás de piedra, sin palabras y con ganas de llorar y estar sola. Y a veces parece que la muerte para las personas enfermas sin ganas de vivir o simplemente porque están sufriendo, es un regalo, un prestigio el tener que morir y no sentir el dolor que están sintiendo en vida.

Parece mentira, pero así de dura es la realidad, yo todavía no me creo que vaya a desaparecer, no sé si es miedo o ganas de quedarme en la Tierra y mirar el futuro que le depara a mis futuros generaciones o el simple echo de no querer morir, de quererme quedar con la esencia de la vida, de no quedarme en un cuerpo petrificado para toda la eternidad.

A veces paso de mi sonrisa, a unas ganas de llorar, o simplemente de no pensar en nada, de tener mi mente en blanco. Pero ¿por qué siempre se va al mismo tema?, ¿por qué la muerte, y no la vida?. Será algo que me preguntaré durante todo el tiempo que necesite que supongo que será insuficiente para llegar a una conclusión extrema.

Realmente no sé si es mejor llorar en vida, que no sentir y no permitir que mi cuerpo llore, porque ya no es cuerpo, ya es "algo", "algo" que está pero no está, que vemos pero no sentimos.

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