miércoles, 28 de julio de 2010

El corazón tiene razones, que la razón misma no puede entender.

No es que hagamos las cosas sin pensar, sino que no pensamos las cosas y las hacemos, sin ver el peligro, sin ver las repercusiones, sin ver el daño que le podemos ocasionar a una persona, y sobretodo a la persona que más quieres en este mundo. Posteriormente nos arrepentimos, pero a veces funciona y otras veces no lo hace. Por eso pasamos del arrepentimiento al remordimiento de echarle la culpa a esa persona por tenerte incomprendido, pero la culpa no es de esa persona es T U Y A, tuya con todas las de la ley,

Y es que algunas personas tienen la desfachatez de decirte en tu propia cara que tú tienes la culpa de todas sus desgracias, quizá en ese momento no te quería decir tal cosa, pero lo hizo, lo hizo y te lo volvió a repetir posteriormente sin ver realmente lo que has sufrido por esa persona, sin ver lo que has llorado por ella y sobretodo sin ver lo que has echo por ella, que te has bajado los pantalones para que se sintiera a gusto, y das más de lo que tienes para que esa persona que era una infeliz fuera feliz en ese momento de su vida.

Realmente no comprendo a los infelices, será porque yo soy feliz y tengo que ir pidiendo perdón por serlo.

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