viernes, 29 de abril de 2011

Con P de Paris.

No sabía que me iba a ocurrir tanto en tan poco tiempo. Me encontraba en una Universidad de Paris, Université Paris Diderot, y el primer día que llegué empezaron a ocurrirme desgracias y a ser el hazme reír de los alumnos de aquella Facultad.


El primero fue la caída de un chico en la que todo el mundo rió y yo fui a socorrerlo o al menos a preocuparme por su bienestar.



-¿Te encuentras bien?. - pregunté nerviosa por si se había hecho daño en alguna parte del cuerpo.


-¡Y a ti que te importa!. - me contestó de pronto aquel chico tan maleducado.


Me levanté porque me encontraba en cuclillas delante de él y me marché entre risas y abucheos.


-Hola, me llamo Janet ¿y tú?. - me encontré de pronto una chica que se interesaba por mi, pero la verdad que no tenía muchas ganas de hablar con nadie después de aquella situación tan vergonzosa.


-Encantada me llamo Gina. - respondí sin apenas mirarle a la cara.


-¿Eres nueva por aquí? - siguió interrogando Janet.


-Sí. Digamos que soy extranjera y desde hoy el payaso de turno de los alumnos de este centro.


-No digas eso. Se estaban riendo del chico que se ha caído. Y tampoco le hagas mucho caso a él. Es una bestia con las chicas, no tiene corazón.


-Ya me he podido dar cuenta.


-Te adaptarás con facilidad aquí. ¿Vas a vivir en la residencia?.


-Si, me encuentro en le Centre de Logement pour Etudiants de France.


-¡Ahí va, es la misma en la que me encuentro yo!. Ojalá caigamos en la misma habitación porque al igual que tú soy nueva en todo esto y encontrarme con alguien que no conozco no me sentaría demasiado bien aunque después nos llevásemos genial.


¿Conocernos?. Pero si no hace ni dos minutos que se ha presentado a mi lado y ya me está considerando su amiga.


-¡Si que guay!. - véase mi ironía de caer en la misma habitación que la pesada esta.


-Bueno me tengo que marchar que tengo clase de Psicología evolutiva.


-Vale, después nos vemos a la hora del almuerzo, ¿por qué vas a ir al comedor a comer verdad?.


-No lo sé, ya veré.


-Ok. Adiós Gina.


¡Por fin me deshice de ella!. No quería ser mala persona pero la verdad es que me estaba hartando un poco con sus preguntas. Más que una presentación parecía un interrogatorio de los gendarmes.


Al cabo de un rato y buscando por mi cuenta encontré el aula de Psicología evolutiva. Estaba casi llena la clase así que opté por ponerme en la segunda fila ya que parecía que los alumnos de aquel centro escogían las últimas por miedo a que el profesor les mirase con ojos asesinos desde tan cerca. Mi primera impresión no fue nada buena. Había muchos chicos y chicas, dando gritos, riéndose a carcajadas, bailando, saltando, correteando de un lado a otro como si de una escuela de Primaria se tratase. Pero bueno parecía que la madurez no había llegado aún en este paraje.


No hablé con nadie durante todo el tiempo que duró la clase, obviamente tampoco les conocía así que prefería mantenerme al margen. Creo que con la situación dialogada con Janet era suficiente por hoy. El profesor explicaba con exactitud y sin rodeos. Estuve en todo momento cogiendo apuntes, tantos que llegue a pensar que la mano se me caería a trozos cuando dejara de tenerla en movimiento.


-Bueno chicos espero que os haya gustado la clase de hoy que ha sido una pequeña introducción a lo que vamos a ir viendo a lo largo del cuatrimestre, - ¡una pequeña introducción!. Entonces prefiero no imaginarme sus clases de verdad - hasta la próxima clase. - cogió sus correspondientes libros y se marchó por el mismo sitio en el que entró.



Yo sin dilaciones recogí mis cosas y me tomé con calma llegar al comedor. Pensaba que no me encontraría con Janet. Pero no fue así. Allí estaba. En la fila para coger las bandejas y la comida que te apeteciera en aquel momento. Sin embargo vi una gran hilera de personas que estaban esperando y en ese momento me alegré haber conocido a Janet porque estaba casi en el comienzo de la barra donde se encontraban los diferentes platos.


-Hola Janet. - saludé sonriéndole y a la vez colándome en toda la cara de los que estaban esperando.


-¡Ey!, hola Gina, te estaba esperando. Toma he cogido una bandeja para ti.


-¡Oh!, muchísimas gracias Janet.


Cogimos nuestro respectivo almuerzo, bebida y postre y nos sentamos en una mesa en la que no se encontraba, de momento, nadie más que nosotras.

3 comentarios:

  1. Me ha encantado ! :)
    Quiero más quiero más jaja ; )

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  2. me encanta!!! Todo lo k escribes, me encanta!!!! Kiero mas de todo, jejejeje. Un besito guapa!!!!

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  3. Hola! :)
    Que guay! se lanzo a la aventura en parís!! :) Y Janet parece maja! ajjaja un poco lanzada de mas pero maja! :) bueno, un beso muy grande y sigue publicando!! ^^

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